¿Hay dos caminos diferentes? ¿Uno es verdadero y el otro falso?
…“ Allí [están] las puertas de los senderos de la noche y día”…
Es Parménides quien narra en su poema “sobre la naturaleza” que unas doncellas lo llevan a una cueva en donde una misteriosa diosa expone los dos posibles caminos de acceso al conocimiento. El primera es la vía de la verdad, contrario a la vía de la opinión. Alegóricamente representan la realidad y la ilusión, percibidos uno por la razón y otro por los sentidos.
Sin embargo: ¿De qué manera el ser humano puede saber cuál es el verdadero camino? Hay que tener en cuenta hacia dónde nos conducen estas dos vías, puesto que una es errónea. Según Parménides es aquella que sigue la mayoría de hombres y la otra es la que conduce a la verdad. Entonces si realmente queremos ir por la vía correcta, ¿debemos ir por donde van todos los demás? Es como si tuviéramos dos cabezas (Bicéfalos) una que ve el ser y otra que ve al no ser y anduviéramos confundidos por aquí o por allá, como tontos e insensatos, ciegos y sordos, sin poder darnos cuenta de nada. Pudiéramos haber seguido el camino de la apariencia, guiados solamente por los sentidos, producto de nuestra propia facultad de percibir. Así pues me pregunto ¿Acaso esa venda que tapa nuestros ojos no nos permite ver más allá sino solo oscuridad? Parménides quiere alejar al hombre de la vía sensorial, quiere hacerle perder la costumbre de dejarse dominar por los ojos, por los oídos y por las palabras. El hombre debe juzgar con la razón y considerarse con está, las cosas lejanas como si las tuviera adelante...”Las hijas del sol, después de abandonar la morada de la noche y quitados los velos de sus cabezas con sus manos se apresuraron a llevarme a la luz”…
De manera que queda el otro camino, la vía de la verdad, la única transitable. Ahora bien, si dejamos a un lado los sentidos y nos dejamos guiar por la razón ¿Cómo podríamos explicar que todo lo que pensamos es en realidad verdad? Según Parménides, todo lo que es pensable es real y todo lo real es pensable, es decir, solo lo real es expresable y es accesible a nuestra razón. Considero que esta afirmación es contradictoria ya que los Sentidos son el punto de partida para la razón y utilizándolos correctamente se llegará a este conocimiento.
En fin, para concluir Parménides nos ofrece dos vías del conocimiento: la sensación (apariencia) y la ilusión (verdad); dos realidades paralelas según lo especifica su poema. Pero en mi opinión no existen dos caminos diferentes, ya que estos se complementan el uno al otro, es decir, para llegar a la razón se necesita de los sentidos, de esta forma puedo discernir que existe o es verdadero y que no existe o es sólo una fantasía o conocimiento inadecuado.
Adriana Marcela Godoy Núñez